El estrés, las largas horas de trabajo y el estilo de vida actual derivan en los dolores y rigidez muscular tan habituales que sufre un gran porcentaje de la población.

El masaje descontracturante ayuda a mejorar la salud de los músculos relajándolos, regulando su tono y eliminando desechos. A su vez, este masaje también libera endorfinas, hormonas que generan una sensación de bienestar y satisfacción, además de aliviar el dolor y actuar como antidepresivos.

Generalmente, las zonas más propensas a contracturarse son  la espalda, el cuello y los hombros. Sin embargo, las extremidades, tanto superiores como inferiores, también se ven beneficiadas por este masaje luego de una ardua jornada de entrenamiento físico.